Las grandes metrópolis siempre son una gran fuente de contaminación. Esto es debido a que en estas zonas no-rurales, existe una gran polución procedente de transporte, tanto público como privado, así como de la industria y otras instalaciones que producen grandes cantidades de CO2.

De acuerdo a varios datos proporcionados por las Naciones Unidas, la contaminación del aire es la responsable de aproximadamente 7 millones de muertes prematuras en todo el mundo. De hecho, se calcula que el 60% de la población mundial se encuentra expuesta a enfermedades producidas por la contaminación.

La capital más contaminada del mundo es Delhi, en la India, alcanzando los 113,5 μg/m3 de media anual durante el año 2018. Los siguientes puestos son para Dhaka, en Blangadesh, Kabul en Afganistán y Manama en Bahrain. Por lo que respecta a las capitales menos contaminadas, tenemos muchas europeas, como Lisboa en Portugal, Berlín en Alemania, Londres en Reino Unido o Berna en Suiza.

Sin duda, estos datos dejan en relevancia la importancia de aplicar políticas que nos aseguren una limpieza en los aires de nuestras ciudades, lo que a largo plazo tendrá un efecto positivo en nuestra salud y la del Planeta.